La pasión se define como un sentimiento muy intenso hacia una persona, aunque también se puede aplicar a un determinado tema o idea, y se caracteriza por un entusiasmo exagerado, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón de la persona. A quien siente pasión le desbordan sus propias emociones hasta el punto de que es incapaz de razonar y pensar con claridad, de forma que toma decisiones por impulsos.
En el ámbito amoroso, la pasión puede hacer que una persona rompa con sus propios principios y se deje llevar única y exclusivamente por los sentimientos con el objetivo de satisfacer los deseos, incluso en ocasiones puede dejar de lado sus propias necesidades por satisfacer las de la otra persona.
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¿Qué es la pasión?
La palabra pasión deriva del latín “passio” que significa “sufrir” que, a su vez, forma parte de la familia verbo “padecer”, el cual comparte raíz con “paciencia”.
La pasión conlleva amor, convicción y determinación hacia alguien o algo, teniendo en cuenta que en el ámbito amoroso, está vinculada a las sensaciones más subjetivas del ser humano. Estudios han revelado que la química del cerebro tiene un papel muy importante en las emociones y las personas se dejan llevar por la pasión olvidándose de la naturaleza de su existencia.
Tipos de pasión
Se diferencian varios tipos de pasión en función de cuál sea la causa por los que tengan lugar: negativa o positiva. Las pasiones positivas son de elección libre y causan placer y, aunque en ocasiones buscan satisfacer las necesidades y deseos de otra persona, no lo hacen a costa de vulnerar los principios y valores del individuo.
Por el contrario, las pasiones negativas son muy complicadas de manejar para quienes las sufren porque son las pasiones quienes controlan al individuo y, generalmente buscan satisfacer los deseos de otro, generando sentimientos de culpa y trastornos de ansiedad. Son autodestructivas.
¿Cómo vivir con pasión?
Una vida con pasión es vivir empleando todos los sentidos.
Cuando hay algo que realmente que apasiona se dedica todo el tiempo y esfuerzo en ello, sabiendo que puede ocurrir que la dedicación a lo que gusta de sus frutos y, por lo tanto, sea gratificante. Teniendo esto en cuenta es esencial averiguar con qué cosas tenemos afinidad y despierta un interés en nosotros.
La única forma de vivir con pasión es conocerse a uno mismo y saber qué es lo que realmente le conmueve. Partiendo de esta base, debemos plantearnos la pregunta de a dónde se desea llegar para encontrar la motivación necesaria para concentrar toda la energía en el objetivo a alcanzar.
El principal enemigo de la pasión es el conformismo, por esta razón, lo mejor es adoptar una actitud humilde y ambiciosa que impida poner límites a los sueños y alejar todo lo negativo. Es importante recuperar la actitud curiosa y soñadora propia de la infancia, así como compartir la pasión con personas del entorno.
