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Paciencia

El término paciencia tiene su origen en el latín patientia, cuyo significado es sufrir. La paciencia es la capacidad de una persona de soportar o tolerar cierta situación sin sufrir una alteración emocional. La persona con paciencia es aquella que ante una situación poco común no se altera ni sufre nervios, sino que sabe mantener la calma y esperar.

Generalmente las personas con paciencia son personas tranquilas y que no se dejan llevar por las situaciones. Saben mantener la calma y no les resulta molesto aguardar por algo o por alguien hasta que cierta cuestión se resuelva.

Por el lado contrario, cuando una persona no tiene paciencia y pierde esta capacidad, las consecuencias pueden ser diversas. La irritación, la violencia o la estrés son algunas de ellas. En algunos casos el hartazgo de una persona ante cierta situación hace que pierda totalmente la paciencia y decida, por ejemplo, alejarse de cierto lugar.

La paciencia se considera algo valioso en el ser humano.

La paciencia en el ser humano se considera una virtud. Demuestra una capacidad de aprendizaje para saber esperar por algo o por alguien sin rendirse al primer momento. Es común hablar de paciencia en las relaciones de pareja cuando dos personas se encuentran lejos o con dificultades para reunirse. En este caso la paciencia hace que mantengan la esperanza.

La ansiedad es algo que afecta totalmente la paciencia. La persona con ansiedad desea que las cosas se produzcan de manera rápida sin tener que esperar. Por ello tener ansiedad impide que la paciencia se pueda manifestar. Esto conduce a apresurar ciertos resultados o a rendirse rápidamente cuando las cosas no se dan del modo esperado.

Hay ciertos procesos, como por ejemplo cocinar, que requieren de paciencia. Una persona que intenta cocinar un plato que conlleva muchos pasos tendrá que tener paciencia para poder realizar todo de manera detallada y sin que el plato se eche a perder. Las tareas minuciosas y precisas requieren, por lo general, de mucha paciencia.

Actividades como la escritura, la pintura y demás tareas creativas suelen requerir de mucha paciencia. El deseo de obtener el éxito en un primer comienzo solo llevará a resultados nefastos o a un fracaso.

La paciencia y su diferencia con la pasividad

Muchas veces se cree que una persona pasiva y tranquila tiene paciencia. Sin embargo la paciencia constituye en sí misma una virtud y algo que demuestra esfuerzo por parte de una persona.

La pasividad, en cambio, puede estar relacionada a la vagancia o la pereza. Una persona pasiva, generalmente, optará por no hacer las cosas, por no avanzar o progresar en algo. En cambio la persona con paciencia sigue actuando pero saber esperar cuando es necesario.

La paciencia demuestra, también que la persona sabe controlarse y moderar su comportamiento. Ante un acto de violencia, por ejemplo, la persona paciente no reaccionará de cualquier modo o respondiendo con violencia. Sino que analizará la situación para manejarse del mejor modo posible.

Sinónimos de paciencia

temple, aguante, estoicismo, mansedumbre

Antónimos de paciencia

desasosiego, intranquilidad, ansiedad

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