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Normalmente, definimos como loco a una persona que ha perdido la razón o que se comporta de forma disparatada y con poco juicio. Si buscamos su significado en el diccionario de la Real Academia Española, encontramos que el término loco posiblemente deriva del vocablo alwaq que en árabe significa estúpido.

El loco es, a los ojos de nuestra sociedad actual, una persona que padece una discapacidad, pues llamamos locura a esa enfermedad e implica que posee un desequilibrio de sus facultades mentales.

Esa persona usualmente se caracteriza por percibir la realidad con una considerable distorsión, tener un comportamiento desinhibido y una ocasional pérdida de control sobre sus emociones o acciones.

Otros usos de la palabra loco

El término loco también es de uso cotidiano en el lenguaje coloquial de las personas y que, sin embargo, alude indirectamente al significado de alguien que ha perdido la razón. Por citar un ejemplo, si una persona se comporta de manera imprudente es bastante común que lo tildemos de loco, aunque resulte evidente que no padezca ninguna patología que lo haga merecedor de ese adjetivo.

Comúnmente se lo suele utilizar para referirse a una situación o cosa que sobrepasa los límites que son considerados normales. Por ejemplo, cuando nos topamos con la hora pico en el tránsito solemos decir que el tráfico es de locos; o cuando queremos exagerar el entusiasmo que las personas sienten por un equipo de fútbol decimos que están locos por ese club. Incluso solemos usar este adjetivo sobre los aparatos que no se comportan de la manera esperada, diciendo que se volvieron locos.

También podemos encontrar que en el uso coloquial, las personas utilizan este término para expresar que no harían algo bajo ningún concepto (no lo hago ni loco); para denostar las acciones de un tercero (cada loco con su tema); cuando una persona se enamora perdidamente (fulano está loco por ella); cuando un individuo pretende no darse por enterado de algo (se hace el loco); o cuando se actúa de forma irreflexiva (como en el título de la película de Marilyn Monroe, “Con faldas y a lo loco”).

Los poetas han sido asociados a la locura, por lograr traducir en palabras un sinnúmero de sentimientos y emociones, muchas veces complejas, del ser humano. De ahí el popular dicho que “de poeta y de loco, todos tenemos un poco”.

El loco en el tarot

Particularmente, me atrae muchísimo la utilización del loco en las cartas del tarot. El arcano número 22, el Loco o Bufón, representa la anarquía que gobierna el universo. Hace una referencia directa al no apego a los convencionalismos, a saltarse las reglas y patear el tablero del orden para sumirse en el caos.

Así, en la simbología del tarot, el loco es la persona que va a la deriva, buscando algo indefinido sin saber a dónde quiere llegar. Representa el movimiento instintivo, que se opone a la inmovilidad que propone la conciencia y el ego.

Bajo este concepto, podemos especular y concluir que el loco también puede representar al personaje que se embarca en un viaje iniciático, y que se transforma en el héroe al que se refiere Joseph Campbell cuando adquiere el conocimiento o habilidad para derrotar al mal.

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