El Jueves Santo es la festividad en la que se abre la semana de Pascua, precisamente, el Triduo Pascual. Es durante este periodo en el que la iglesia católica recuerda la pasión, la muerte y la resurrección de cristo.
El Jueves Santo es la manera en la que los cristianos celebran la eucaristía, la ultima cena y el lavado de los pies que se puede ver en las ceremonias que realiza el Vaticano en Roma todos los años.
La ultima cena durante el jueves Santo
De acuerdo al Nuevo Testamento durante la ultima cena, Jesucristo se reunió con sus discípulos. El fin de esta reunión fue hacer el anuncio de que uno de ellos lo traicionaría refiriéndose, claramente, a Judas Iscariote quien era el que tenía a cargo el dinero de los apóstoles y se dice que, muchas veces, le robaba a los pobres contrariando las enseñanzas del nazareno. De acuerdo al evangelio, Judas traiciona a su maestro con un beso y lo entrega al Sanedrín para su crucifixión.
El momento culmine tiene lugar cuando Jesús reparte el pan con sus discípulos diciendo “tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros”. A continuación hizo lo mismo con el vino y se los dio a sus discípulos diciendo “tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía.”
El lavado de los pies
De acuerdo al Evangelio de San Juan capítulo 13, versículos 1 al 15, el Jueves Santo tiene lugar el lavado de los pies. En ese momento Jesús tomo una toalla y colocó agua en un recipiente para lavar los pies a uno por uno de sus 12 discípulos.
La oración en el huerto de Gestemaní
Al finalizar la última cena, Jesús se dirigió al huerto de Gestemaní para hacer sus oraciones. En esta ocasión le pidió a sus seguidores que lo acompañaran. Pero, a pesar de sus esfuerzos, todos terminaron dormidos al llegar. La oración, que demuestra la angustia de Jesucristo por lo que estaba por acontecer dice:
“Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieres”. Al buscar el apoyo en sus discípulos y viéndolos dormidos dijo: ” ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”.
Se alejó de ellos y dijo “Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.” Por último se dirigió nuevamente a sus seguidores que aún no habían despertado y les dijo “Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega”.
Durante el Jueves Santo se realizan diferentes actos litúrgicos en todas las iglesias católicas alrededor del mundo con la conmemoración de los eventos que dieron inicio al triduo pascual.