TDAH corresponde a las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Se trata de un problema mental que surge a partir de la combinación de ciertos factores que son persistentes tales como dificultades para prestar atención a distintos temas, hiperactividad y conducta del tipo impulsivo que puede llevar a las personas, en edad adulta, a tener relaciones inestables con su familia, amigos o compañeros de trabajo y desempeño poco favorable tanto en la escuela como en el trabajo. Esto, a su vez, trae baja autoestima ante quien padece de este trastorno.
Los síntomas del TDAH comienzan durante la infancia y, con el paso del tiempo, se van agravando. Es probable que no sean del todo claro en los adultos pero si son notorios en los más pequeños. Es importante aclarar que en muchas personas los síntomas se desvanecen con el paso del tiempo.
Síntomas del TDAH
- Dificultad para prestar atención a cualquier tema.
- Actuar de manera impulsiva.
- Sentir inquietud ante cualquier tema por mínimo que sea.
- Falta de concentración y problemas para cumplir con los compromisos.
- Cambios de humor repentinos.
- Imposibilidad para organizarse.
- Estrés.
En qué momento consultar con un especialista
En el caso de que los síntomas descritos con antelación llegan a molestar al punto de interrumpir o bloquear la vida de la persona, se hace necesario consultar con un especialista en salud mental.
Causas del TDAH
Si bien no existe una causa exacta para que ocurra este trastorno, algunos factores pueden determinar su aparición tales como la genética, pues según estudios, se comprobó que el TDAH es hereditario.
Otro de los factores que está involucrado en la sintomatología es el entorno, pues por ejemplo, la exposición al plomo durante la infancia puede provocar la aparición de TDAH en la adultez así como también los problemas en el sistema nervioso central que pueden producirse durante la niñez o si el individuo nació con bajo peso o la madre fumó o bebió alcohol durante el embarazo. En el caso de que existan parientes que tengan esta enfermedad la persona también es propensa a padecer algún grado de TDAH.
Consecuencias
- Trastornos en el estado de ánimo como depresión o bipolaridad, entre otros.
- Patrones repetidos de frustraciones y fracasos que empeoran la depresión.
- Trastornos de ansiedad frecuentes con preocupación excesiva por temas ínfimos.
- Problemas psiquiátricos tales como el trastorno por el uso de sustancias o de personalidad límite.
- Dificultad del aprendizaje que incluyen la comunicación y la comprensión.