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Desde el origen del planeta Tierra el Sol, también conocido como estrella tipo-G, ha sido el elemento imprescindible para la vida de cualquier ser vivo al ser una gran fuente de luz, energía y calor natural por su cercanía y su iluminación desde el sistema solar. Todos y cada uno de los planetas orbitan alrededor del astro rey a diferentes distancias, los cuales se ven atraídos por su alta gravedad, así como la multitud de asteroides y cometas.

El sol, el cual se formó hace aproximadamente 4600 millones de años, es una estrella gigante con un diámetro de 1,4 millones de kilómetros, lo que equivaldría a albergar unos 110 planetas en su superficie y si hubiese hueco cabrían un millón de planetas Tierras.

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El sol es un cuerpo celeste que brilla con luz propia

Características del sol

  • Masa: 1,9891 × 1030 kg.
  • Volumen: 1,409,272,569,059,860,000 km3.
  • Densidad: 1.409 g/cm3.
  • Temperatura efectiva: aproximadamente 5,504° Celsius.
  • Velocidad de órbita: 220 km/s.

Respecto a su composición, cabe señalar que está formada por una combinación de gases muy calientes y el más abundante es el hidrógeno seguido del helio. También se encuentran presentes otros elementos químicos como el nitrógeno, el carbono, el oxígeno, el neón, el hierro, el azufre, el magnesio y el silicio.

Funcionamiento del sol

La energía solar se forma dentro del astro rey, lugar en el que la temperatura puede llegar a los 15 millones de grados y con una presión muy elevada, lo que lleva a que surja una reacción nuclear. En ese momento se liberan protones, que equivalen a núcleos de hidrógeno,  que forman grupos de 4 para la formación de partículas alfa, es decir, núcleos de helio.

Estas últimas partículas pesan menos que las de hidrógeno, por lo que la diferencia se expulsa hacia la superficie de la estrella tipo-G en forma de energía. Dicha energía tarda un millón de años en llegar a la superficie.

A su vez, el sol también absorbe materia como asteroides y cometas al ser tan grande y fuerte, y éstos se desintegran dentro llegando a formar parte de la propia estrella.

Importancia del sol para la vida

El sol es indispensable para la fotosíntesis y, por lo tanto, para la vida en el planeta Tierra.

El sol emite una radiaciones electromagnéticas, como es el caso de la luz perceptible para el ser humano, además de ofrecer calor e iluminación para que haya vida en el planeta, tal y como la conocemos.

Esa luz lo que permite es que las plantas realicen la fotosíntesis, teniendo en cuenta que sin ella la atmósfera no tendría el nivel de oxígeno que se necesita para la vida humana y la vida vegetal para mantener las diferentes cadenas tróficas.

Si nos detenemos en la luz, ésta mantiene el clima estable, permite la existencia de agua líquida y proporciona energía a los ciclos climáticos.

Para terminar, la gravedad solar hace que los planetas giren a su alrededor, como es el caso de la Tierra. Si esto no sucediese no habría ni noche ni día, además de estaciones. Esto conlleva a que el planeta en el que vivimos no sea ni frío ni esté muerto.

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