Om mani padme hum son palabras que provienen del idioma sánscrito y cuya escritura es ॐ मणि पद्मे हूँ. Traducidas al español significan “¡oh, la joya del loto!” y, en nuestro idioma, se pronuncian como “om mani peme jum”. Se trata de un mantra de la deidad budista de la compasión llamada Chenrezig.
De acuerdo a los monjes budistas del Tíbet, es uno de los mantras esenciales de esa religión ya que en esa frase se encuentran englobadas todas las enseñanzas de Buda. Esto lo convierte en una de las frases utilizadas en meditación más conocidas y utilizadas en todo el mundo.
Características del mantra om mani padme hum
El mantra om mani padme hum se compone de seis sílabas, cada una de las cuales tiene una proyección en la luz y otra en la oscuridad. La invocación de estas energías de trasmutación permite que unas purifiquen a las otras y el practicante pueda alcanzar la estabilidad y compostura necesarias para acceder a la sabiduría del vacío y encontrar el camino hacia la iluminación completa.
Para que el mantra om mani padme hum permita alcanzar la iluminación debe ser pronunciado en forma rápida y se debe acompañar con la visualización de cada una de sus sílabas en un total de 7, 21 o inclusive 108 veces. Al practicar meditación repitiendo este mantra en forma diaria durante un periodo largo de tiempo, se consigue crear un nuevo esquema energético dentro de nuestra mente.
Om mani padme hum dentro budismo
Dentro de los principios de la filosofía budista, cada una de las sílabas de este mantra se proyecta en diferentes niveles. Se dice que evita que se produzcan reencarnaciones dentro de los seis reinos en los que se lleva a cabo nuestra existencia cíclica. Estos son el mundo de los devas, el de los asuras, el de los seres humanos, el de los animales, el de los pretas conocidos también como espíritus hambrientos y el Naraka o el mundo de los infiernos.
Además cada una de las sílabas purifica la mente, el cuerpo y también el habla y el pensamiento. El mantra hace alusión a cada uno de los aspectos de la vida en los que se desea transmutar que pueden ser el orgullo, la envidia, el ego, la lujuria, el odio, la agresividad, los prejuicios y la pobreza.
Cada una de las sílabas que se nombran en el mantra om mani padme hum se refiere a las seis virtudes trascendentales a las que puede acceder el ser humano y que en sánscrito se traducen como pāramitās. Esas virtudes son la generosidad, la paciencia, la ética, la concentración, la sabiduría y la diligencia. Las sílabas también evocan al cuerpo, a la mente, a las virtudes, a la palabra y a las acciones de quienes practican el budismo.