El término bellas artes es, básicamente un concepto. Principalmente porque se compone de dos palabras que por sí mismas tienen su propio peso, su propio significado y en conjunto, expresan la naturaleza de la manifestación que pretenden idealizar.
Tomemos la palabra arte. Se refiere a un sinnúmero de actividades humanas en las que la persona expresa sus ideas, sus sentimientos, o la visión de lo que sucede a su alrededor. Por eso es un componente esencial de la cultura.
En cambio, la palabra bella es un adjetivo que se refiere directamente a algo que nos resulta agradable a los ojos, que deleita nuestro sentido de la visión, más allá de lo que el objeto calificado provoque en nuestro espíritu.
Por lo tanto, podemos inferir que el término bellas artes hace referencia a un número concreto de manifestaciones artísticas que se destacan de otras por su trascendencia, la huella que pueden dejar en el alma de las personas.
Un poco de historia
Existen varios escritores que coinciden en la idea de que el concepto de bellas artes es una invención de la era moderna occidental. Por ejemplo, Larry Shiner en su libro “The Invention of Art: A Cultural History”, publicado en 2003, sostiene que antes del siglo XVIII la visión de un trabajo artístico era el trabajo de alguien habilidoso equiparable a un constructor o un herrero. Ideas similares han sido expuestas por Paul Oskar Kristeller, Pierre Bourdieu, y Terry Eagleton, salvo que algunos ubican tal invención se produjo durante el Renacimiento.
Puede ser que la idea de su invención en el siglo XVIII provenga del libro Les Beaux-Arts réduits à un même principe (Las bellas artes reducidas a un único principio) escrito por Charles Batteux y publicado en 1746. En dicho libro, el autor trata de elaborar la teoría de que el arte se basa en ser una fiel imitación de lo bello que hay en la naturaleza.
La clasificación de las bellas artes
Originalmente, fue el propio Batteux quien intentó establecer cuáles expresiones artísticas debían ser incluidas. El tiempo fue añadiendo y quitando artes, dependiendo de los autores que intentaban justificar un canon sobre formas concretas de entender la belleza del arte.
No es hasta 1914 que la lista queda conformada tal como la conocemos actualmente. En 1911, Ricciotto Canudo publica su ensayo “The Birth of the Sixth Art” (El Nacimiento del Sexto Arte), colocando en ese lugar al cine. Más tarde, con la publicación del magazine Montjoie, Canudo agregaría la danza con lo cual el cine pasaba a ser el séptimo arte.
Las bellas artes entonces serían:
- Arquitectura: porque transforma la realización de edificios en una forma artística, combinando lo estético y lo funcional.
- Danza: la expresión corporal, manifestada en el dominio de los movimientos es un arte en sí mismo.
- Escultura: crear formas en el espacio tridimensional, ya sean moldeadas, talladas, esculpidas o en relieve. Parafraseando a Miguel Ángel, es la capacidad de hallar la belleza escondida donde antes hubo un objeto bruto y tosco.
- Literatura: se relaciona con la forma verbal de expresarse, involucrando significativamente la vida social, política e histórica de la humanidad.
- Música: dominar los sonidos, regidos por los principios de la melodía, el ritmo y la armonía.
- Pintura: jugar con los colores, luces y sombras, para componer formas regidas por principios estéticos y que provoquen emociones.
- Cine: se puede decir que combina, de manera armoniosa, las demás artes.