El Árbol de la Vida es un símbolo que ha tomado una gran notoriedad. Representa lo que somos y nuestra esencia. Tiene la capacidad de encauzar nuestra fuerza interior además de transmitir nuestro ser positivo.
Este símbolo no tiene un solo significado ni tampoco representa una sola cosa. Podemos asegurar que, a grandes rasgos, es la representación del ciclo de la vida: nacimiento, crecimiento, reproducción y muerte.
Significado de las partes del Árbol de la Vida
Las raíces representan nuestro nacimiento ya que nos unen profundamente con nuestros antepasados. El tronco simboliza la vida que llevamos ya que con el paso del tiempo, crece con dirección hacia arriba o hacia el cielo. Las ramas, por su parte, son los diferentes caminos que encontramos en nuestra vida y las decisiones que tomamos todos los días.
El Árbol de la Vida es un amuleto que tiene el poder de atraer las energías positivas para quien lo porta y para todos los que se encuentran con él.
El Árbol de la Vida desde el ámbito religioso
El Árbol no presenta un solo significado desde el punto de vista religioso. En general la religión católica toma el libro del Génesis como principal referencia. Según la Biblia, fue plantado por Dios y fue el que llevó a Eva a comer la fruta prohibida que cambió el destino del hombre para siempre. En el judaísmo, el Árbol unifica a Dios con el hombre. El hombre se encuentra en las raíces y las ramas comienzan a crecer hacia arriba alcanzando a Dios.
La magia del Árbol de la Vida
El Árbol de la Vida siempre tuvo un entorno mágico. Para los estudiosos del tema, sus ramas al expandirse hacia el cielo, representan los cambios tanto a nivel físico como espiritual.