En la religión del Antiguo Egipto, Anubis es el dios de la momificación y patrón de los embalsamadores, además del guardián de las tumbas, y se le representa como un cánido de gran tamaño, generalmente como un hombre con cabeza de chacal o como un perro salvaje. Existen registros de él como deidad nacional desde el siglo XXXII a.C en diferentes partes de Egipto y los epítetos más importantes de Anubis reflejan los vínculos que mantenía con los principales cementerios.
Como dios de los muertos y del inframundo, su principal función era la de embalsamar a los faraones, a su vez los guiaba por la necrópolis para que el viaje a la orilla fuera lo más agradable posible, pero a diferencia de otros dioses del Antiguo Egipto, Anubis no tenía templos donde lo veneraran.
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Funciones de Anubis
Anubis era el guía y protector de los difuntos, motivo por el cual aparece representado en distintas vertientes del arte funerario.
Guía de almas
El dios de la momificación guiaba a los difuntos desde el mundo de los vivos hacia el de los muertos. Los escritores de la Antigua Grecia nombraron este papel como el de “psicopompo”, que se traduce como “guía de las almas”. En la religión griega, este papel le pertenecía al dios Hermes. A finales de la era faraónica, Anubis era representado como guía de personas hasta Osiris.
Protector de tumbas
Anubis era el protector de cementerios y tumbas, destacando que existen una serie de epítetos en los que aparece reflejado su nombre vinculado a su función funeraria. En el Antiguo Egipto a los difuntos se les enterraba en la orilla occidental del río Nilo, y Anubis se encargaba de protegerlos.
El papiro Jumilhac cuenta cómo Anubis sometió a Set cuando éste quiso atacar el cuerpo de Osiris, marcando su piel con un hierro candente y, a continuación, desollándolo para utilizar su piel a modo de advertencia contra quienes quisieran profanar las tumbas.
Embalsamador
Anubis cumplió un papel como embalsamador muy importante, por lo que recibió el sobrenombre de “el que preside la cabina del dios”; “cabina” se refería al sitio donde se realizaba el embalsamamiento. El mito de Osiris cuenta que después de que Set acabara con la vida de Osiris, Anubis recibió sus órganos a modo de regalo. Además, embalsamó a Osiris junto con Isis.
Los siervos de Anubis
El dios de la muerte en el Antiguo Egipto tenía varios siervos a su servicio que le prestaban ayuda con sus funciones.
Eran criaturas menores y en algunos textos se hace referencia a ellos como hordas de demonios que estaban a su servicio. Los sacerdotes de Anubis se encargaban de preparar los cuerpos de los fallecidos para que iniciaran su viaje al otro mundo.
Originalmente era la máxima autoridad en el mundo de los muertos, sin embargo, Anubis quedó relegado a un segundo plano cuando tomó el poder Osiris, dios de la resurrección. Osiris pasó a realizar las funciones principales y Anubis se dedicó a embalsamar a los faraones.