El término vanidad se utiliza para referirse a una persona que es presuntuosa y arrogante. Es una adjetivo que deriva de vanĭtas en latín, el cual significa que tiene la cualidad de vano. Es la actitud de una persona frente a sus propias habilidades, se cree superior al resto y sobrevalora sus conocimiento en relación a la de los demás.
Una persona a la que se la considera vanidosa suele ser desconsiderada y engreída. Este individuo se tiene en alta estima, algo que puede estar asociado a la realidad como no. Es decir, la persona puede tener buenas aptitudes como para considerarse superior o no tenerlas. Sin embargo, un individuo que es vanidoso no suele caer bien a los demás y termina por quedarse sin gente que la estime.
El que es vanidoso quiere ser admirado por sus amigos y por su entorno, pero como tiene una actitud engreída, las otras personas no quieren estar a su alrededor. Se cree mejor que el resto, tanto si realmente lo son o no y piensan que sus conocimientos son mejores. Por ejemplo, una persona que lee un libro de filosofía se creerá mejor que alguien que lee uno sobre fantasía, ya que el primero se considera por la mayoría un conocimiento superior y más difícil de entender.
Ser vanidoso es una forma que tiene la persona de protegerse de su entorno y también, funciona como protección de un sentimiento de inferioridad que posee. Muchos vanidosos hacen alarde de sus conocimientos y aptitudes para que el resto los acepte, pero terminan generando un sentimiento de rechazo. Intenta demostrar que no es inferior a nadie.
El concepto de vanidad también se utiliza para referirse a la caducidad de los bienes materiales y de la existencia de las personas. Otra forma de utilizar esta palabra es en el sentido de la fantasía. Es decir, un objeto que es vanidoso es representante de una ficción o una ilusión.
Para los religiosos, en especial la cristiandad, el adjetivo vanidad hace referencia a la no necesidad de un Dios. Ya que el vanidoso siente que consigo mismo y con sus aptitudes es suficiente y superior, rechaza a Dios. En los pecados capitales, la vanidad aparece como el séptimo, es decir, que esta superioridad es rechazada por todas las personas. Es el cristianismo quien dispone que los pecados capitales deben ser evitados a toda costa, ya que son considerados como vicios que las personas poseen.
La vanidad suele estar relacionada con Lucifer, un ángel caído del cual se habla en la Biblia. Impulsado por la soberbia que poseía, con sus grandes conocimientos y su gran belleza, fue expulsado del cielo para convertirse en el Rey del Infierno. Es por este motivo que la Iglesia y el cristianismo rechazan la idea de la vanidad como estilo de vida y repudian totalmente los pecados capitales.
Narciso y la vanidad
Hay un mito muy conocido en el ámbito de psicología, sobre un chico llamado Narciso. Era un joven conocido por su gran belleza, al igual que sucedía con Lucifer en la Biblia. Su madre no dejaba que se mirara en espejos, porque sabía que la belleza de Narciso acabaría con su vida. Pero una tarde vio su reflejo en el agua, quedó enamorado de sí mismo y se ahogó tratando de perseguir su propia belleza.
Sinónimo de vanidad
jactancia, vanagloria, soberbia