El término totalitarismo nació durante el periodo de entreguerras, durante la primera mitad del siglo XX, para definir el régimen político autocrático que querían crear, caracterizado por reprimir las libertades civiles y los derechos políticos con dureza a través de una sola persona o un grupo autoritario. Se trata de un régimen que busca un dominio absoluto de todos los aspectos de la sociedad, en el que el Estado acumula todo el poder, sin divisiones ni restricciones
De todos los regímenes modernos, el totalitario es considerado como el más sanguinario y cruel ya que su objetivo es establecer un nuevo orden moral y social en el que no existe el derecho a pensar libremente, a intervenir en la vida política ni a formar movimientos políticos u organizaciones, además de imponer pautas de adoctrinamiento.
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Características del totalitarismo
El politólogo español Juan Linz especifica cuáles son las características que definen el totalitarismo. No existe pluralidad política, sino que el partido de gobierno es único y abarca todos los ámbitos de la sociedad. La disidencia política y la desobediencia se castiga con especial dureza: encarcelamiento, deportación a campos de trabajos forzados, e incluso asesinato.
El partido que está en el poder tiene una carga ideológica extrema, razón por la cual los regímenes totalitarios son fascistas o comunistas. A esto hay que sumar la intención de que los ciudadanos se integren en la política nacional, de manera que sienten que forman parte del Estado y desarrollen una lealtad desmedida hacia él.
El liderazgo es carismático y fuerte, por lo que el líder tiene un gran impacto en la vida de todos los ciudadanos ya que desarrolla su poder sin ningún tipo de límites. Cuenta con la aceptación de la mayoría de la sociedad, ante la cual muestra un comportamiento propio de un semidiós, cuyas decisiones nunca son rebatidas.
Totalitarismo y autoritarismo
Autores como Raymond Aron y Hannah Arend explican cuál es la diferencia entre totalitarismo y autoritarismo. En el totalitarismo, el Estado tiene un objetivo concreto, como la “ley de la naturaleza” en el caso de la Alemania nazi. Sin embargo, en el autoritarismo no existe un propósito que guíe las acciones del gobierno.
En un estado totalitario, la ideología está elaborada de tal forma que ensalza la figura del líder y busca no solo someter a las masas, sino también su apoyo.
La doctrina global que justifica las acciones del gobierno se manifiesta en todos los ámbitos de la sociedad y para hacer cumplir la ley se utiliza la policía secreta, y existen los campos de trabajo para enviar a los opositores al régimen.
Ejemplos de totalitarismo
- La Alemania nazi: dio inicio al surgimiento del llamado III Reich y posteriormente al inicio de la Segunda Guerra Mundial, dando lugar a la esclavización y el genocidio más grave de la historia.
- La Italia fascista: se caracteriza por el militarismo, nacionalismo, lucha contra el comunismo y liberalismo, usando las tropas semiclandestinas de choque, los “camisas negras”, para intimidar y agredir a los rivales.