El término teocracia se utiliza para denominar cierto tipo de gobierno en el cual las personas que están al mando o lideran se encuentran guiados por un ser divino. La teocracia considera que el poder se encuentra en manos de Dios y por ello apunta a defender todos los conceptos e ideas que rondan a esta divinidad.
Generalmente la teocracia, al ser una forma de gobierno religiosa, es ejercida por aquellas personas que ocupan rangos en la iglesia o los ministerios. Personas que forman parte del clero, por ejemplo, pueden denominarse a sí mismas como miembros de la teocracia.
La aparición del cristianismo supuso una marcada diferencia en lo que refiere a los mandatos políticos. A partir de su nacimiento el Estado y la iglesia presentaron una división y las leyes que antes se basaban en cuestiones religiosas comenzaron a tomar otros rumbos. De esta manera gran parte de la sociedad dejó de creer en ciertas cuestiones como algo meramente religioso.
![teocracia](https://ladefinicion.com/wp-content/uploads/2018/04/teocracia-992x708.jpg)
La persona que se denomina teócrata considera que no hay división entre lo político y lo religioso. Sino que todas las cuestiones y desiciones que afectan al ser humanos son resultado del mandato de Dios. Por ello la palabra teocracia analizada en su origen se compone de los términos Dios y gobierno, haciendo alusión a una comunión entre ellos.
La teocracia rige sus mandatos y decisiones considerando lo político y lo religioso como algo común. Es decir que aquellas leyes que se establezcan van a resultar del análisis paralelo de estos dos elementos y no de su existencia por separado. La teocracia considera, por lo tanto, que es Dios quien ejerce el máximo poder.
El origen de la teocracia se remonta a tiempos muy antiguos. Se considera que esta forma de gobierno existe desde que el hombre está en la tierra. En la antigüedad se daba una gran importancia a las cuestiones religiosas y morales, y por ello formaba parte este sistema de la vida de la mayoría de las comunidades.
En la actualidad las diferentes creencias religiosas se viven de un modo más personas y privado. No es habitual que un gobierno sea totalmente teocrático como así tampoco que se obligue a las personas a mantener ciertas creencias específicas.
Uno de los casos históricos más importantes de teocracia es el Antiguo Egipto. Allí los representantes políticos se consideraban las figuras de mayor poder y se asociaban a su vez con las divinidades.
La teocracia no es democrática
A diferencia de un gobierno democrático donde las personas tienen la libertad de elegir a sus representantes políticos, la teocracia no cuenta con un sistema de libre elección. La creencia de que Dios es la mayor figura de poder no deja lugar a otras formas de pensar y quien se suma a este sistema debe aceptarlo como el único representante.
Del mismo modo las personas que viven bajo un gobierno teocrático no pueden postularse como representantes o dirigentes políticos. Esta forma de gobierno considera que todos los que mandan son elegidos por Dios y lo representan a este. Del mismo modo no se acepta la existencia de oponentes o figuras contrarias.