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Teocracia

El término teocracia se utiliza para denominar cierto tipo de gobierno en el cual las personas que están al mando o lideran se encuentran guiados por un ser divino. La teocracia considera que el poder se encuentra en manos de Dios y por ello apunta a defender todos los conceptos e ideas que rondan a esta divinidad.

Generalmente la teocracia, al ser una forma de gobierno religiosa, es ejercida por aquellas personas que ocupan rangos en la iglesia o los ministerios. Personas que forman parte del clero, por ejemplo, pueden denominarse a sí mismas como miembros de la teocracia.

La aparición del cristianismo supuso una marcada diferencia en lo que refiere a los mandatos políticos. A partir de su nacimiento el Estado y la iglesia presentaron una división y las leyes que antes se basaban en cuestiones religiosas comenzaron a tomar otros rumbos. De esta manera gran parte de la sociedad dejó de creer en ciertas cuestiones como algo meramente religioso.

teocracia
La teocracia tuvo gran importancia en la Antigüedad.

La persona que se denomina teócrata considera que no hay división entre lo político y lo religioso. Sino que todas las cuestiones y desiciones que afectan al ser humanos son resultado del mandato de Dios. Por ello la palabra teocracia analizada en su origen se compone de los términos Dios y gobierno, haciendo alusión a una comunión entre ellos.

La teocracia rige sus mandatos y decisiones considerando lo político y lo religioso como algo común. Es decir que aquellas leyes que se establezcan van a resultar del análisis paralelo de estos dos elementos y no de su existencia por separado. La teocracia considera, por lo tanto, que es Dios quien ejerce el máximo poder.

El origen de la teocracia se remonta a tiempos muy antiguos. Se considera que esta forma de gobierno existe desde que el hombre está en la tierra. En la antigüedad se daba una gran importancia a las cuestiones religiosas y morales, y por ello formaba parte este sistema de la vida de la mayoría de las comunidades.

En la actualidad las diferentes creencias religiosas se viven de un modo más personas y privado. No es habitual que un gobierno sea totalmente teocrático como así tampoco que se obligue a las personas a mantener ciertas creencias específicas.

Uno de los casos históricos más importantes de teocracia es el Antiguo Egipto. Allí los representantes políticos se consideraban las figuras de mayor poder y se asociaban a su vez con las divinidades.

La teocracia no es democrática

A diferencia de un gobierno democrático donde las personas tienen la libertad de elegir a sus representantes políticos, la teocracia no cuenta con un sistema de libre elección. La creencia de que Dios es la mayor figura de poder no deja lugar a otras formas de pensar y quien se suma a este sistema debe aceptarlo como el único representante.

Del mismo modo las personas que viven bajo un gobierno teocrático no pueden postularse como representantes o dirigentes políticos. Esta forma de gobierno considera que todos los que mandan son elegidos por Dios y lo representan a este. Del mismo modo no se acepta la existencia de oponentes o figuras contrarias.

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