El término plutocracia hace referencia a un tipo de sociedad oligárquica gobernada por una minoría adinerada. Una sociedad plutocrática, entonces, es aquella que se encuentra bajo el control de un grupo pequeño de gente acaudalada. La plutocracia se diferencia de otros sistemas sociales por no basarse en teorías políticas.
La palabra plutocracia es de origen griego y se encuentra conformada por los términos ploutos y kratos. Estos significan riqueza y poder respectivamente. Por lo que podría entenderse que la plutocracia es un tipo de poder basado en la riqueza.
La palabra plutocracia fue utilizada por primera vez por el filósofo e historiador griego Jenofonte. El concepto de plutocracia se suele utiliar normalmente de forma despectiva. Esto se hace con la intención de advertir sobre el peligro que representa un gobierno demasiado influenciado por los sectores más pudientes.
Una sociedad demasiado influenciada por los sectores más adinerados corre el riesgo de convertirse en plutocracia. La plutocracia se suele ver como una crítica a la democracia que se desvirtúa debido a la gran participación que tienen los miembros adinerados en el funcionamiento del gobierno.
Históricamente la plutocracia se consideraba una especie de oligarquía. Esto se debía a algunos casos que ocurrieron en la antigua Grecia, en Roma e incluso en lugares de la Italia medieval. Durante esos momentos, el poder político y social se encontraba en su mayoría en las manos de las élites económicas.
Las plutocracias que se han dado a nivel histórico solían restringir la representación política a los niveles de riqueza. Es decir, que para poder acceder a cargos políticos se necesitaba tener cierto poder adquisitivo.
La plutocracia se presenta con más probabilidad dentro de regímenes representativos y democráticos.
Características de la plutocracia
En los casos que se presenta un tipo de gobierno plutocrático suele presentar los siguientes rasgos:
Un gobierno plutocrático no representa a la mayoría de los ciudadanos, sino a aquellos que lo fomentaron. Es decir, que generalmente una plutocracia representa a esas élites económicas que lograron la llegada al poder.
Como un gobierno plutocrático vela por los intereses del sector adinerado de la sociedad, son estos los que toman las decisiones. Y si no están de acuerdo con los representantes que se encuentran en el poder, pueden sustituirlos a su antojo.
Siguiendo la misma línea que los rasgos anteriores, el representante que se encuentra ejerciendo un rol de poder debe responder ante ese sector que lo apoyó. De esta manera el mandatario queda sujeto a los intereses de la élite.
Otro rasgo de una plutocracia se encuentra muy relacionado al anterior. El representante de la plutocracia cuenta con un poder bastante limitado. Al recibir órdenes de la élite, no dispone de un gran abanico de opciones o decisiones propias. Se podría decir que el mandatario es una marioneta de los plutócratas.
La plutocracia se caracteriza por una representación imperativa y dependiente. El mandatario que en teoría se encuentra a cargo del gobierno solo recibe órdenes por parte del poder económico de la sociedad.