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Calendario azteca

El calendario azteca, también conocido como piedra del sol, es uno de los emblemas que más identifica a la sociedad mexicana, teniendo en cuenta que se trata de un disco monolítico de basalto de olivino que fue creado para mantener el sentido cíclico del tiempo. Sobre este tipo de calendario están plasmados los movimientos de los astros y varios ciclos con una duración de 20 días por mes, 18 meses por año y los siglos por 52 años.

Como curiosidad, en 1559 este disco monolítico fue enterrado por orden del Arzobispo de México por tener un origen demoníaco, pero  270 años después fue redescubierto a causa de las obras de la ciudad de México.

A continuación tienes más información sobre el calendario azteca. ¡Sigue leyendo las siguientes líneas!

El calendario azteca es un sistema de medición del tiempo

Usos del calendario azteca

Para los aztecas observar cuál era la posición de los astros (cuerpos celestes) y analizar las consecuencias que tenían en el planeta Tierra cada cierto tiempo era fundamental. Los que más hacían uso de él en el pasado eran los sacerdotes de los palacios, los nigromantes y los hechiceros.

Un ejemplo de ello es que cuando terminaba la época de las precipitaciones sabía que inmediatamente comenzaba una temporada muy larga de sequía, perfecta para la guerra.

También lo utilizaban para señalar cuándo celebrar y honrar a sus dioses según a los ámbitos que éstos amparaban en la tierra. Y, sobre todo, cuando debían tener miedo eludiendo la probabilidad de devastación de los pueblos aztecas y el universo en general.

Por lo tanto, se llega a la conclusión de que el calendario azteca engloba a la mitología, la astronomía y la creación de las cronologías.

Los ciclos del calendario azteca


Hay que tener en cuenta que la piedra solar se representa en base a los astros, los meses, los años y los siglos.

Xíhuitl, el calendario solar

Xíhuitl consta de 265 días de ciclo solar distribuidos en un total de 18 meses y cada uno de ellos con 20 días de duración. Los 5 días restantes se utilizaban para el recibimiento del año nuevo y así poder hacer confesiones y arrepentirse por las malas acciones.

El calendario azteca  está vinculado con las estaciones, lo que provoca que hace siglos se emplease en su mayoría para las actividades económicas y técnicas relacionadas con el cultivo.

Tonalpohualli, el calendario ritual

El Tonalpohualli se distribuye de otra forma, ya que cuenta con 20 meses, cada uno de ellos con 13 días, dando un total de 260 días también. En este se manifiesta la consonancia cósmica y del ser humano, ya que los días están organizados de forma equitativa y así poder celebrar rituales a cada dios.

Por lo tanto, si tenemos en cuenta ambos podemos decir que están fraccionados en 52 años y los ciclos ordenados para marcar el fin de un siglo y el inicio del otro. El final de uno se celebraba con los sacrificios de presos y ayunos en forma de arrepentimiento, lo que hace que el astro solar brille en el siguiente ciclo.

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