PIB son las siglas que corresponden al Producto Interno Bruto que se miden en cada país en particular. En algunos países del mundo se lo conoce como Producto Bruto Interno o PBI, sobre todo en lugares de habla hispana. Se trata de una magnitud de macroeconomía la cual expresa, en valor dinerario, la producción tanto de bienes como de servicios los cuales se obtienen por año o en forma trimestral.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el PIB es “una medida agregada de producción igual a la suma de los valores brutos agregados de todas las unidades residentes e institucionales dedicadas a la producción y los servicios, más impuestos y menos subsidios, sobre productos no incluidos en el valor de sus productos”.
Para qué se utiliza el cálculo del PIB
Los cálculos de los números del PIB se utilizan en la contabilidad de cada nación y para estimarlos se emplean varios enfoques complementarios. No hay limitaciones para que sea utilizado salvo el impacto que se produce en la parte social y ambiental por las diversas prácticas industriales que se requieren.
Lo que mide principalmente es la producción final y no la intermedia, pues de esta manera se evita la doble contabilización al momento de obtener las cifras o guarismos.
Dentro del PIB encontramos dos tipos: el nominal y el real.
El PIB nominal es el precio de mercado que tiene la producción de servicios finales y bienes que se producen en una nación durante un periodo de tiempo determinado que por lo general son 12 meses.
El PIB real es el valor de la producción que mantiene precios constantes a lo largo del paso del tiempo.
Métodos de medición
- Método del gasto: en este caso, el PIB es el resultado de la suma de todos los desembolsos que se realizan para la compra de servicios finales y también de bonos ya sea nacionales o internacionales.
- Método del valor agregado: este método se emplea para sumar los valores agregados que se producen durante las diferentes etapas de la producción.
- Método del ingreso: el PIB se obtiene a través de la suma de los ingresos de los trabajadores, las ganancias que logran las empresas y los impuestos a los que se les restan las subvenciones.