La keratina que también se la conoce como queratina, es una proteína que contiene un gran porcentaje de azufre y que forma parte de la capa externa de la piel de los animales vertebrados además del pelo, las plumas, las uñas, los cuernos y las pezuñas. Estos últimos, le deben su resistencia y dureza a este componente.
El vocablo keratina tiene su origen en el griego κερατίνη que se pronuncia como keratine y que significa “de cuerno”. A su vez, es una palabra que deriva de κέρας, κέρατος que se pronuncian como keras que significa cuerno y keratos que quiere decir de cuerno, respectivamente.
Usos de la keratina
La keratina es un compuesto natural que se emplea en el tratamiento capilar ya que tiene una gran influencia en lo que respecta a la protección y al brillo del pelo. Además, tiene la capacidad de fortalecer la estructura interior de cada cabello y evita el frizz o encrespamiento debido a que puede alisar y mantener en su lugar cualquier tipo de cabello por más rizado que sea.
Es un componente muy apreciado en peluquería ya que le da al pelo toda la hidratación y la nutrición que necesita al mismo tiempo que le brinda elasticidad. Inclusive, restaura cabellos que son frágiles.
En cuanto a la piel, la queratina impermeabiliza la capa externa de la misma además de fortalecerla y protegerla de la entrada de bacterias. Inclusive, le da elasticidad y permite que la regeneración sea mucho más rápida de las células lo cual es sinónimo de firmeza. También reduce la inflamación y el estrés oxidativo los cuales envejecen el aspecto del cutis notablemente.
Con respecto a las uñas, como ya dijimos, la keratina es uno de sus componentes principales. Es la encargada de brindarle rigidez y resistencia e inclusive que se vean saludables y del mismo color sin manchas ni que se presenten descoloridas y de mal aspecto.
Alimentos que contienen keratina
Existe una serie de alimentos que tienen colágeno y keratina que te ayudarán a mantener el cabello en buen estado, la piel más tersa y firme y las uñas siempre fuertes que son:
- Carne, de preferencia blanca de aves tales como el pollo o el pavo en lugar de roja, pues contiene menos grasa
- Pescados azules tales como el atún y las sardinas
- Huevos
- Limón
- Cebolla
- Frutos secos como las nueces, las almendras y las castañas.
- Pimientos rojos y verdes
- Tomates
- Leche y sus derivados (queso y yogur)
- Fresas y otros frutos rojos
- Gelatina
- Coles
- Brócoli
- Coliflor