El calendario Haab o ciclo solar de 365 días pertenece a la cultura Maya. Este se utiliza junto con otros como el calendario sagrado o tzolk’in de 260 días, la rueda calendárica de 52 años y la cuenta venusiana de 584 días. Cabe destacar que el Haab fue empleado por muchas culturas mesoamericanas y su uso, de acuerdo a los expertos, inició aproximadamente en el año 500 a.C.
El calendario maya está formado por un ciclo de 52 años que comenzó a contarse el día 13.0.0.0.0 que, en el calendario gregoriano corresponde al 11 de agosto del año 3114 antes de nuestra era y que culminó el 21 de diciembre del año 2012 d. C. Dentro de esta cuenta tan extensa encontramos el calendario Haab.
Características del calendario maya Haab
El Haab está conformado por 18 meses que cuentan con 20 días cada uno. Existe un periodo adicional de 5 días llamados “sin nombre” que se encuentran al final de cada año. Los mismos se conocen con el nombre de Wayeb’. Cada mes es nombrado en el dialecto yucateco colonial y cada día se identifica con un número seguido por el nombre de ese mes.
El primer día del mes es considerado el día 0 (cero). Sin embargo, existe un grupo minoritario que lo concatena con el mes anterior. Es decir que lo considera como el día 20 o el día final de dicho periodo de tiempo.
Existen estudios realizados en el Templo de la Cruz ubicado en Palenque. Los mismos indican que los mayas, si bien realizaban los cálculos no tenían en consideración la existencia de años bisiestos. Es decir que todos los meses y todos los años tenían la misma cantidad de días. Si bien hicieron cálculos que demostraban que estaban en un error porque había días que les sobraban, no acostumbraban a cambiar el calendario.
Los últimos cinco días del año
Dentro del Haab se podían contar 5 días sin nombre que eran considerados como desafortunados y que se denominaban Wayeb. Era en esa época en la que se abrían portales entre el inframundo y el reino mortal lo cual permitía a las deidades del mal y a los demonios causar todo tipo de desgracias y desastres. Era en esta época en la que los mayas procuraban realizar todo tipo de rituales para alejar a los espíritus malignos que quisieran atacarlos. Algunas de las cosas que hacían durante esos cinco días eran no salir de su casa y tampoco lavaban su cabello como una manera de protegerse.