Tradicionalmente se ha considerado a la salud como la ausencia de enfermedades, pero en 1947 la Organización Mundial de la Salud la definió como “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, teniendo en cuenta que el bienestar físico es la capacidad de realizar diversas actividades gracias al buen funcionamiento de los órganos. Por todo esto es fundamental saber entender y gestionar la salud adoptando diversos hábitos y medidas preventivas, además de saber convivir de una forma tranquila con las adversidades de cada quien, ya sea una enfermedad o una lesión.
Mejorar el bienestar físico conlleva a:
- Sentirse más fuerte.
- Tener un mejor estado de ánimo.
- Tener más vitalidad.
- Mejorar los hábitos de vida.
- Prevenir el riesgo de alguna enfermedad.
Si tienes ganas de saber mucho más acerca del bienestar físico, no dudes en seguir leyendo este artículo.
¿Por qué es importante el bienestar físico?
Mantener correctamente el bienestar físico es fundamental al disminuir el nivel de estrés y ansiedad, dos sentimientos negativos que sufren cada vez más personas. Además, que el cuerpo se encuentre en perfectas condiciones lleva a ser más productivo que, a su vez, brinda un impacto positivo en la propia persona y en su entorno. Por ejemplo, descansar 5 minutos por cada hora de trabajo, dormir más por las noches o realizar ejercicio físico para potenciar la musculatura tras estar 8 horas sentado en una silla de oficina acarrea muchos beneficios.
El poder del autocuidado
Como dice el refrán “más vale prevenir que curar“, esto quiere decir que es mucho mejor evitar que algo malo suceda como una enfermedad que tener que solucionarlo, por lo que es muy importante la preservación de la propia salud. Por esto mismo es necesario tener siempre presente el autocuidado y/o cuidado de sí mismo, es decir, saber que cada individuo es responsable de su propio bienestar.
Cuidar la alimentación
Alimentarse de forma adecuada tiene un gran impacto en la calidad de vida, ya que el organismo obtiene los nutrientes necesarios para realizar las funciones vitales y mantener el peso adecuado.
- Comer variedad de frutas, vegetales y granos integrales.
- Desayunar, comer y cenar a la misma hora, siempre que se pueda.
- Reducir el exceso de consumo de sal y azúcar.
- Beber 2 litros de agua al día aproximadamente.
- Reemplazar los ácidos grasos trans y saturadas por poliinsaturadas.
Hacer deporte
El deporte es elemental para un estilo de vida saludable, por lo que se recomienda realizar todos los días unos 30 minutos de ejercicio, ya sea en las máquinas del gimnasio o caminando por la calle.
Algunos de los beneficios son los siguientes:
- Mejorar la forma física y la resistencia.
- Reducir el riesgo de enfermedades coronarias.
- Favorecer la calidad del sueño.
- Mantener una buena densidad ósea.
Dormir bien
Es importante dormir 8 horas para cubrir todas las fases del sueño y que no se vean las funciones del organismo afectadas por ello, ya que la falta de sueño puede llevar a un problema en el sistema hormonal, inmunitario o respiratorio.