El aceite es un término que se utiliza para designar diversos líquidos grasos de distintos orígenes que no son capaces de disolverse en agua al tener una menor densidad, teniendo en cuenta que en sus orígenes solo se refería al aceite de oliva. Cabe señalar que la mayoría de moléculas que conforman el aceite son lípidos, más específicamente triglicéridos, es decir, un tipo de grasa que está en el torrente sanguíneo y que se basa en las calorías que el organismo no necesita.
El aceite tiene diversos usos aunque en muchas ocasiones su función está relacionada con la lubricación y la humectación grasa en un espacio o en una mezcla de ingredientes, teniendo en cuenta que los que más se conocen son aquellos que se emplean en la gastronomía como el aceite de oliva.
A continuación te mostramos mucho más sobre el aceite.
Tipos de aceites
Aceite combustible
El aceite combustible es una agrupación de mezclas líquidas de color amarillento a pardo claro provenientes del petróleo crudo, o de sustancias vegetales. Éste se origina gracias a procesos de refinación, es decir, separar los componentes que sirven y, además, adecuar sus características a las necesidades. Gracias a esto se puede utilizar como combustible para las lámparas, las motos, los hornos, los calentadores y las estufas.
Aceite mineral
El aceite mineral es un producto que surge de la destilación del petróleo y está formado mayormente por hidrocarburos. Se utiliza en la industria metalúrgica, mecánica y automotriz al ser muy viscosa, estable, resistente a la temperatura y capaz de alejar el calor.
Aceite comestible
El aceite comestible de origen vegetal o animal es una agrupación de triglicéridos ya que la glicerina se eterifica en sus 3 posiciones. Antiguamente existía el aceite de ballena, de fica y de hígado de bacalao, pero hoy en día en la gastronomía solo se hace uso de aceite vegetal extraído de frutas, de raíces o de semillas. Cabe especificar que este tipo de aceite aporta diversos ácidos grasos insaturados y es rico en vitamina E.
El impacto del aceite en la vida humana
El organismo del ser humano depende en parte de los ácidos grasos que se consiguen al ingerir aceite, ya que éstos son fundamentales para las reacciones bioquímicas que surgen en las células y en procesos como la formación del tejido conectivo, que es el de relleno, sostén y conexión del organismo.
En el caso de que no se ingiera el aceite comestible suficiente pueden surgir problemas como malformaciones y degeneraciones del sistema nervioso y endocrino. A su vez, si el organismo no tiene la capacidad de realizar la síntesis partiendo de los ácidos grasos esenciales puede que se llegue al raquitismo o incluso a la muerte.
Para prevenir ciertas enfermedades óseas por escasez de aceite (o ácidos grasos) es imprescindible la ayuda de vitamina D.
Aceite beneficioso y tóxico
Para finalizar, debemos hacer mención a la distinción entre el aceite beneficioso y tóxico o dañino para el organismo. Por un lado, el del primer grupo es el extraído del pescado y del girasol, el aceite en el que se encuentra el conjunto de ácidos grasos esenciales omega. Por otro lado, el aceite de colza, también conocido como aceite de nabina o de canola, es un ácido perjudicial.