Wereke es el nombre que recibe una planta nativa de México y Guatemala, aunque también es posible encontrarla en partes de Texas. Los pueblos yaquis, mayas y opatas entre otros, conocen desde épocas prehispánicas sus propiedades medicinales como analgésico, anti-Inflamatorio, y lo utilizaban para aliviar problemas cardíacos, el reumatismo y los afectaciones de la piel.
Su nombre científico es Ibervillea sonorae Green. Puede llegar a medir hasta 3 metros, y tiene una flor que de color amarillo.
Posee un fruto redondo, al que se denomina chilacayote, cuyo color es verde tornándose rojo cuando ya está maduro. La parte de la planta que se utiliza en forma medicinal es su raíz (un tubérculo, en realidad) que se caracteriza por un sabor amargo.
Formas de usar el wereke
La forma tradicional de preparar el wereke es comenzar por dejar secar su raíz. Luego hemos de pulverizarla muy bien para poder disolverla en agua o alcohol. Del preparado resultante, el individuo debe tomar unas pocas gotas al día. Es aconsejable que se diluya en jugo de frutas, dado que su sabor es extremadamente amargo.
También hay quienes comen el tubérculo cuando todavía está fresco, cortándolo en pequeños trozos. Pero no son la mayoría, pues son muy pocas las personas que toleran su sabor.
Con la llegada de la modernidad y la tecnología, se ha implementado un proceso para obtener una preparación sintética, con la finalidad de hacerlo más accesible puesto que no todos los pacientes potenciales tienen fácil acceso a la planta y el tiempo de prepararlo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el wereke también se compone de alcaloides y ello limita su uso. Por ejemplo, no conviene que sea ingerido por mujeres embarazadas, dado que se han dado casos de abortos espontáneos. Lo mismo es aplicable a los niños pequeños, al menos, sin supervisión médica adecuada.
El wereke y la diabetes
Actualmente, el wereke está siendo sujeto de numerosas investigaciones puesto que la raíz ha mostrado propiedades hipoglucemiantes. Esto significa que baja los niveles de glucemia, por lo que despertó el interés de especialistas en el desarrollo de tratamientos para la diabetes.
Sin embargo, las mismas propiedades mencionadas lo hacen poco viable para el tratamiento de personas que padecen diabetes tipo 1. Por ese motivo, todos los estudios se han concentrado en el tratamiento sobre pacientes con diabetes tipo 2.
Pero existe un problema mayor que podría impedir la continuación de estas investigaciones: el alto consumo del wereke ha provocado una sobreexplotación del mismo y su consiguiente pérdida de su hábitat, lo que acabaría contribuyendo a su supervivencia.
Así, para combatir esta posibilidad, un equipo de expertos de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I), están desarrollando un proceso que permita realizar el cultivo in vitro del wereke. Su principal portavoz, el doctor Francisco Cruz Sosa explica que la propuesta es alcanzar el desarrollo de plantíos bajo condiciones controladas de medio ambiente (llamados por los científicos in vitro). Con ello esperan propagar cultivos a partir de una planta madre que puedan replicarse en laboratorios.
También es importante destacar que las investigaciones han demostrado que otra de las propiedades del wereke es la de ejercer cierto control de la grasa en la sangre.