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Violencia verbal

Según el diccionario de la Real Academia Española la violencia se encuentra relacionada con una actitud de exasperación que es motivada por la ira y que se ejerce a través de la fuerza física o moral. Existe así la violencia física y la violencia verbal; la primera se manifiesta a través de acciones directas que provocan un daño físico en la víctima, mientras que la segunda consiste en un tipo de manipulación emocional que se desarrolla valiéndose del lenguaje.

La violencia verbal tiene lugar cuando un individuo reacciona motivado por la ira ante un determinado comportamiento de otro que le causa una gran molestia. Se establece entre ellos una relación de dominio donde el primero valiéndose del lenguaje golpea a su contrincante con frases hirientes que provocan que este se sienta disminuido y en inferioridad de condiciones.

El resultado de esta situación es una sensación de vulnerabilidad y culpabilidad en la víctima que retroalimenta al victimario, haciéndolo sentirse seguro de sí mismo y vencedor del conflicto. Y aunque, lentamente éste consigue canalizar la ira (ese impulso primitivo estimulado por la actitud de su víctima) y serenarse, el daño causado en la otra persona puede ser irreparable y genera un quiebre importante en la relación que mantenían.

Es importante señalar que muchas veces la violencia verbal suele ser más dañina que la física, porque no deja una marca física, por lo que las víctimas tardan más tiempo en reconocerse como tales. Sin embargo, la herida puede ser sumamente profunda y deviene en una falta de autoestima y una percepción distorsionada de la realidad y de ella misma.

El origen de la violencia verbal

La violencia es una respuesta natural que tenemos los animales para defendernos de aquello que nos hiere. Si nos remontamos a los comienzos de la historia podemos encontrar muchos ejemplos que pueden servirnos para entender que sin violencia no habría habido evolución. Esto significa que, al igual que ocurre con la mayoría de las cosas que tienen lugar en la existencia, en sí misma, la violencia no es mala, depende del uso que se haga de ella.

Para comprender el origen de la violencia verbal es indispensable analizar a fondo cada situación. Una persona que siente un ataque de ira ante un determinado comportamiento, está manifestando algo mucho más profundo que lo que está sucediendo en el presente. Generalmente las personas que utilizan la violencia verbal como herramienta de dominio han sufrido abusos psicológicos o físicos en el pasado y tienen muchísimo miedo a reincidir en una situación semejante; ante esta situación su respuesta de supervivencia (que busca siempre ponernos a salvo de los problemas) se pone en marcha.

Aunque desde tiempos antiquísimos se considera que la violencia verbal es un signo de maldad, es importante tener presente que la semilla de este tipo de actos es el sentimiento de vulnerabilidad y un daño sufrido en la psique que data de los primeros años de vida del victimario. Evidentemente, continuar analizando la violencia como un signo de crueldad innecesaria no nos ayudará a erradicarla de nuestras sociedades.

Sinónimos de violencia verbal

transgresión verbal, rabia, injusticia

Antónimos de violencia verbal

afabilidad, contención, ecuanimidad

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