El vandalismo hace referencia a la destrucción voluntaria, total o parcial, de mobiliario o inmobiliario de la propiedad pública o privada, por lo que siente hostilidad aparentemente injustificada hacia las posesiones del resto manifestado a través de ataques a monumentos, paredes, bancos o coches. De todas formas, también se puede ligar con la protesta social como lo manifiestan James Q. Wilson y George L. Kelling: “Tan pronto como las barreras de la comunidad se relajen mediante acciones que señalen que a nadie le importa, puede presentarse vandalismo”.
Vandalismo, por lo tanto, es una conducta dañina que se expresa a través de la violencia, lo que conlleva a una mala convivencia en la sociedad, siendo lo más habitual la quema de contenedores, los grafitis en muros privados y las pintadas a estatuas con su consiguiente daño patrimonial.
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¿Qué constituye el vandalismo?
El vandalismo engloba muchos delitos que se usan para la descripción de una serie de malas conductas intencionales dirigidas a la destrucción, la alteración y la profanación de los bienes pertenecientes a un tercero.
Las conductas habituales que pueden llevar a un cargo por vandalismo son las siguientes:
- Rociar con pintura una estatua.
- Dañar cajeros de un banco con pintura.
- Arrojar huevos a la ventana de otra persona.
- Rayar la puerta de un coche con la llave.
- Romper las ventanas o retrovisores de un automóvil.
- Dañar paredes privadas con un grafiti.
Motivos del vandalismo
Los motivos que pueden llevar a un acto vandálico incluyen la protesta social, la venganza, el exceso consumo de alcohol y/o drogas, o incluso, las ganas de jugar.
“El vandalismo hay que leerlo más por el lado de la psicología de masas, de contagio. Hay que pensar en un fenómeno que se da en los adolescentes; y es totalmente normal, que para pertenecer a tal grupo tenés que hacer determinadas cosas, aunque sepas que no es lo mejor o que no lo hubieses hecho. Algunos actos de vandalismo se dan por ese motivo también, para pertenecer a un grupo, a una pandilla. Todo esto no se tiene en cuenta en el juzgado, y los chicos tampoco lo dicen. A veces es una forma de sobrevivir, no tienen otra opción; en algunos barrios se manejan esos códigos”, opinó la psicóloga Sandra González, en diálogo con Sala de Redacción, especializada en el área de la educación y adicciones.
Minimizar el impacto del vandalismo
Aquí dejamos algunas ideas para minimizar el impacto del vandalismo:
- Colocar el mobiliario urbano en sitios visibles y transitadas.
- Elegir mobiliario antivandálico: material lavable, tornillería antivandálica y estructuras bien ancladas.
- Educar desde pequeños sobre el civismo, la solidaridad, la tolerancia y el respeto.
- Destinar zonas para los grafiteros conocidas como street art.
- Instalar mobiliario urbano ecológico, sensible y medioambiental.
- No girar la cabeza hacia los actos vandálicos y rechazarlos de forma contundente.
- Sancionar con efectos altamente disuasorios.
