El concepto hygge saltó a la luz hace un tiempo a raíz de una estadística que reveló que los residentes en Dinamarca son las personas más felices del mundo. La razón de ese bienestar aparentemente se encuentra vinculada con un hábito muy saludable y positivo a nivel afectivo: la búsqueda del bienestar personal a través del disfrute de momentos de calidad con los seres queridos, apreciando el calor del hogar por sobre los espacios públicos.
En su libro “El año que vivimos a lo danés”, Helen Russell describe lo hygge como la actitud que implica no negarnos los deseos, no castigarnos y buscar disfrutar de las pequeñas cosas, apreciando los abrazos, la música y la comida compartida. Esto nos permite comprender que se trata de un concepto sencillo que cualquiera puede poner en práctica en su vida privada para alcanzar un mayor grado de felicidad.
Un estilo de vida hygge, por lo tanto, exige una actitud positiva frente a la realidad y una buena distribución de nuestro tiempo. Darle importancia y tiempo a aquellas cosas que nos hacen bien y de las que disfrutamos es la mejor forma de comenzar a cultivar el concepto en nuestra cotidianidad. De este modo, podremos alcanzar una buena calidad de vida que nos permita apreciar mejor nuestros logros y compartir nuestra existencia de forma más eficiente con los demás.
3 actitudes fundamentales para disfrutar de un encuentro hygge
- Procurarnos el tiempo de encuentro: Es fundamental dedicar parte de nuestro tiempo libre a las personas a las que queremos; momentos en los que desconectemos de nuestras obligaciones y sólo nos enfoquemos en pasarla bien y conectar con nuestros seres queridos.
- Abrir nuestras puertas: Para poder aprovechar más esos momentos de intimidad, puede ser una excelente práctica abrir las puertas de nuestra casa, para que nuestros amigos nos visiten y pasar un bonito rato con ellos. Cualquier sitio es adecuado para practicar el hygge, pero si lo hacemos en un espacio pequeño y propio, conseguiremos una mayor cercanía. Los daneses, que son los que acuñaron el término, tienden a reunirse en las casas, y suelen extrañarse de que en otros países europeos no sea ésta una costumbre difundida.
- Procurarnos un ambiente de relax: Hacer lo imposible porque la buena energía fluya y no se den momentos incómodos es una buena actitud para promover y disfrutar de esta experiencia. Cuidar esas pequeñas cosas que hacen al disfrute puede ser fundamental también; para ello, es fundamental recordar que los dispositivos móviles tienden a estropear esos momentos de relax y son enemigos de las buenas conexiones sociales hygge, por lo que invitar a nuestros amigos a apagar sus teléfonos puede ser una excelente idea para que todo salga como deseamos.
¿Quién puede no desear ese nivel de bienestar? Sin duda todos queremos desarrollar una mayor capacidad de disfrute, por lo que seguir el consejo de los daneses puede ser un buen punto de partida para conseguirlo.
Sinónimos de hygge
tiempo compartido, celebración
Antónimos de hygge
aburrimiento, estrés