El humus es una sustancia que es creada a partir de la descomposición de todo tipo de materias orgánicas que se encuentran en la capa más superficial del suelo. Al mismo tiempo, también se refiere a la tierra que cuenta con este tipo de materia en descomposición.
El humus se transforma por medio de un proceso completamente natural en el que se emplean materias primas en descomposición tales como los tallos, la madera, las hojas y las raíces y también con restos dejados por los animales tales como los excrementos, sobre todo de las lombrices además de la actuación de otros insectos o bacterias en el proceso en el que también se incluyen a los hongos.
Es importante destacar que durante la formación del humus también se liberan algunas sustancias que pueden ser perjudiciales para el ser humano tales como el nitrógeno o restos de contaminantes tóxicos provenientes de metales pesados.
Características del humus
Su aspecto es similar al de la tierra, debido a que suele estar compuesto de altas dosis de carbono. Se conocen dos tipos, el humus viejo y el nuevo. El más antiguo suele ser de color rojo o morado debido a que transcurrió una gran cantidad de tiempo que se formó. Por otro lado, como es de suponer, el humus joven es de color mucho más oscuro entre el pardo y el negro.
Beneficios del humus
Se encarga de regular la nutrición de las plantas al aportar productos derivados del nitrógeno en el suelo. Además, permite que la tierra sea labrada mucho más fácilmente, porque mejora las propiedades físicas del suelo en forma notable.
El humus permite que el agua se drene más fácilmente y que se retenga solo la cantidad necesaria de la misma ya que se incrementa la porosidad del suelo. El humus también aporta nutrientes necesarios y microorganismo los cuales sirven de alimento a las lombrices y a otros seres que son los encargados de descomponer los vegetales. Esto significa que se produce un ciclo circular en el que quien más beneficios recibe es lo que allí se cultiva.