El adjetivo hilarante sirve para referirse a algo que nos causa tanta gracia que llega a producirnos el impulso de reír de forma ruidosa o estridente. Una escena hilarante es a su vez, algo ridículo y que cuenta con ciertas características que lo convierten en algo que roza la ridiculez. El gas hilarante, por su parte, es una sustancia producida con óxido nitroso con propiedades anestésicas.
Es importante señalar que generalmente lo hilarante se encuentra vinculado a lo jocoso, que viene a ser aquello que causa gracia porque intenta reflejar una burla o presentar una discusión que incite a la reflexión, generalmente sobre temas sociales o políticos delicados. Suele presentarse en las obras artísticas con guiños a situaciones históricas, actitudes de personalidades de la política o incluso en forma de imágenes.
Además lo hilarante, generalmente, plasma una metáfora entre lo que se está diciendo que apela a ese hecho, personaje o imagen en particular. Cuando hacemos la conexión entre lo que vemos y aquello a lo que realmente hace referencia nos desternillamos de risa, porque nos resulta sumamente ocurrente y divertido.
En los anuncios televisivos lo hilarante suele estar a la orden del día. Y es que generalmente las cosas que producen esa risa impulsiva suelen ser extravagantes y exageradas y ¿existe algo que pueda calificar en estas dos líneas por encima de la publicidad? Parece que no. Y para comprobar eso sólo hay que dejar la tele encendida durante la noche y observar la cantidad de productos inútiles que intentan vendernos con toda amabilidad y convencimiento en esas horas de improductividad neuronal. Imágenes que provocan en nosotros no sólo risa sino también el deseo compulsivo de comprar, esas cosas que sabemos o presentimos inútiles.
Y es que existe toda una estrategia de mercado de fondo. Porque cuando reímos, nuestras defensas (y nuestros mecanismos de alerta y razonamiento lógico) disminuyen y entonces no obramos con total lucidez; quizá en esas situaciones hasta seríamos capaces de casarnos (en Las Vegas, ¡claro!).
Conceptos vinculados con lo hilarante
El sustantivo hilaridad hace referencia a la risa estridente que es causada por un hecho, imagen u obra con características irrisorias que incita a la carcajada.
Hilario, por su parte, es un nombre propio masculino que se apoya en el concepto de hilarante y cuyo significado es “aquel que es alegre” y se celebra el 13 de enero que es el día del nacimiento de San Hilario de Potiers, de origen francés.
En algunos países hispanohablantes se utiliza el término payasada para hacer referencia a algo hilarante. Un término vecino a la bufonada y que se encuentra vinculado a un hecho que resulta ridículo y, por ende, provoca risa. Una payasada puede ser por ejemplo una serie de mímicas y gestos raros ejecutados por un adulto para hacer reír a los niños (y generalmente, también a otros adultos).
Sinónimos de hilarante
divertido, jocoso, gracioso
Antónimos de hilarante
aburrido, triste, soso