La bioseguridad es la suma de todas las normas y precauciones que se toman en el desarrollo de procesos científicos para evitar riesgos o daños. Dentro de la bioseguridad se incluyen aquellos protocolos que han de seguirse, por ejemplo, cuando se trabaja con agentes peligrosos que puedan llegar a afectar la salud de una persona.
El fin de la bioseguridad es la precaución. Se busca evitar un problema grave mediante la toma de medidas que se ajusten a ciertos parámetros de seguridad. Este concepto se aplica tanto a las investigaciones científicas que se llevan a cabo en grandes empresas, como también a tareas sencillas de investigación en escuelas o universidades.
Gracias a la bioseguridad se puede evitar por ejemplo que una persona se lastime al trabajar con una sustancia química peligrosa. Por ejemplo alguien que trabaja con algún tipo de ácido sabe que debe usar elementos como guantes, antiparras y delantal para evitar que la sustancia pueda quemarle o hacerle algún daño.
La bioseguridad no solo se aplica a los seres humanos. Este concepto también incluye y tiene en cuenta a todos los seres vivos que puedan verse afectados por un proceso de riesgo. Los animales y las plantas también han de ser protegidos mediante normas que amparen su preservación en todo momento.
Las principales profesiones que requieren de la bioseguridad suelen ser: químicos, médicos, físicos, matemáticos e ingenieros. En el pasado, cuando no existían las medidas que existen en la actualidad, muchas personas se vieron sometidas a graves riesgos mientras investigaban. Uno de los casos más conocidos es el de Marie Curie, quien manipuló el Radio sin precaución alguna, lo cual la llevó, a largo plazo, a sufrir las consecuencias.
Las epidemias, las contaminaciones masivas y los ataques biológicos son algunas de las consecuencias por no aplicar la bioseguridad correspondiente. En la historia han existido numerosos casos donde pequeños o grandes errores, humanos o técnicos, derivaron en catástrofes que aún hoy dejan ver sus consecuencias. Uno ejemplo de ello es el accidente nuclear de Chernobyl.
Para que la bioseguridad sea efectiva es importante que se trate de una práctica constante. Sin importar el nivel de riesgo, los diferentes profesionales, ya sea médico o químico, han de seguir al pie de la letra cada pauta de seguridad.
Los principios de la bioseguridad
Se destacan principalmente tres principios de la bioseguridad, es decir tres conceptos que han de respetarse siempre y en todo momento.
- Usar barreras: se trata del uso de elementos de protección para evitar que cualquier parte o sustancia del cuerpo entre en contacto con componentes peligrosos. Destaca el uso de guantes, mascarillas, antiparras, delantales, entre otros.
- Universalidad: este principio apunta a que las normas de seguridad se aplican a toda persona sin importar su estado o condición de salud.
- Eliminar el material contaminado: este es uno de los principios fundamentales y apunta a desechar siempre de manera correcta cada sustancia peligrosa. Para esto también han de seguirse protocolos muy importantes con el fin de evitar peligros o contaminación.