El positivismo es un tipo de pensamiento filosófico según el cual todo lo que se conoce es resultado de lo que se experimenta. Esta corriente de pensamiento se basa en la investigación científica y es través de ella que llega a los conocimientos. De esta manera el positivismo no acepta aquellos conocimientos que no son resultado de la experiencia.
Analizado en sentido epistemológico el concepto de positivismo quiere decir que no existen prejuicios o juicios previos. De esta manera aquello en lo que se cree no se basa en ideas vagas o sin fundamento. Todo debe ser demostrado científicamente y poder comprobarse de un modo objetivo.
El positivismo defiende el monismo ideológico. Esto quiere decir que hay un solo método de investigación científica que se aplica a las diferentes ciencias y permite llegar a los resultados. De esta manera aunque las ciencias son muchas y se investigan diferentes temas, el método por el cual se lo hace ha de ser uno solo.
Otra característica del positivismo es su interés en fundamentar los fenómenos mediante diferentes leyes. Las leyes universales y aquellas que se basan en conocimientos generales, se priorizan en lugar de todo lo que se deduzca de manera inductiva. De esta manera el positivismo no acepta explicaciones que no hayan pasado por un proceso de investigación.
Interpretar conocimientos y generalizar información de manera poco clara es algo que el positivismo no acepta. Siempre dará por aceptado aquello que se documente. Por eso cuando algo se investiga siguiendo la corriente del positivismo suele incluir una gran fuente de información y muchos documentos.
Se considera que el positivismo fue creado por el sociólogo francés August Comte. Su principal afirmación es que el conocimiento es aquel que se obtiene mediante la investigación y el análisis científico. El positivismo tuvo sus comienzo en el siglo XIX y su mayor auge en la segunda mitad de ese siglo.
Comte en colaboración con el filósofo Mill sostenían que sin análisis ninguna teoría podía ser aceptada y a esto se sumaba la experiencia que permitía fundamentarla.
El positivismo en la vida del ser humano
Más allá de la corriente filosófica existen otras interpretaciones de la palabra positivismo. Por un lado se considera positivismo al hecho de pensar en positivo y captar las cosas buenas, en lugar de centrarse en lo malo. De este modo lo positivo implica un camino hacia una vida más feliz y optimista.
De aquí deriva la tendencia del ser humano a buscar aquellas cosas que le hagan bien y mantengan su mente con pensamientos positivos. El positivismo en la vida diaria implica realizar actividades que sean cómodas y que hagan a la persona sentirse bien con ellas. Por ejemplo una persona que piensa siempre en aquello que no tiene y desea, no es positiva.
El positivismo en una persona resulta completamente de la actitud que tenga día a día. Por eso se trata de algo voluntario y personal.