El pH es una medida en la que se concentran los iones de hidrógeno en cualquier solución acuosa. El vocablo proviene del latín pondus hydrogenii que significa “cantidad de hidrógeno”. Actualmente, el pH se emplea para clasificar el agua u otros líquidos de acuerdo a su alcalinidad o acidez.
Dichas mediciones se realizan en una escala que va del 0 al 14. En dicha escala se toma al valor 7.0 como la medida neutra. En caso de que supere los 7.1 podemos hablar de alcalinos. En cambio, si se mide desde 0 a 6.9, son considerados ácidos. Es importante aclarar que cada punto menos corresponde a 10 veces más acidez del agua. Por ejemplo, si tenemos un líquido que tiene un pH de 5, será 20 veces más ácido que aquel liquido que tiene un pH de 7.
Ejemplos de líquidos con diferentes valores de pH
Existen algunos ejemplos palpables de cómo influye el pH en la acidez de un líquido cualquiera. Por ejemplo. en el caso del jugo de limón, este tiene un pH de 2,5. Por otro lado el café, al ser medido, presenta un pH dentro del rango de los 5 puntos, mientras que el agua caliza, puede tener un pH de hasta 12 puntos.
En cuanto al pH del agua, este es establecido por normativas que tienen el consenso de todos los países. Se calcula que para el consumo humano, el agua debe contar con un pH de entre 6.5 y 9.5. Por otro lado, el agua pura se encuentra en el rango de los 7.0. En aguas subterráneas, la acidez se ubica entre los 6.0 y 8.5.
Si supera esos números o es de un valor menor, esto provoca que el agua no sea segura para consumir, pues si es demasiado ácida puede traer serias enfermedades al organismo. Por otro lado, si cuenta con menos acidez tiene beneficios para la salud. Permite que las células se regeneren mucho más rápido y esto traiga beneficios. Algunos de ellos son evitar la retención de líquidos, regenerar los tejidos y prevenir enfermedades tales como la osteoporosis.
Cómo se mide el pH del agua
Para medir la acidez o alcalinidad del agua se emplean ciertos instrumentos tales como el pH-Metro el cual es muy sencillo de emplear. Este arroja resultados muy certeros en cuanto a la concentración de iones de hidrógeno. Otra de las herramientas que se pueden emplear son los electrodos o sondas de pH. El principal objetivo es conocer cuál es el nivel de acidez en el agua de riego. Cuando se emplea en los cultivos puede perjudicar o beneficiar el crecimiento de las plantas allí sembradas. Por último, también se puede utilizar un transmisor de sondas. Este comunica los datos a un sensor que es de programación muy sencilla. Permite saber de forma exacta los valores de alcalinidad o acidez del agua.