Buen provecho o simplemente provecho, es una frase que se suele decir después de almorzar o cenar. La misma se emplea como una manera educada de desearle una buena digestión a quienes se encuentran en el mismo ámbito que nosotros.
Si bien en muchos lugares se toma como algo positivo, en otros sitios puede tener connotaciones negativas, pues se asocia con los eructos de los bebés cada vez que terminan de beber la leche materna. En muchos países como Uruguay, Argentina y otros de América Latina, se toma como un insulto y puede ser sinónimo de algo desagradable o descortés ya que se toma como algo que molesta o que es incómodo.
Sinónimos de buen provecho
Para evitar decir esta frase que puede tener un significado negativo, la misma se puede remplazar por “disfruta tu comida” o “buen apetito”. Ambas oraciones remplazan a “buen provecho” sin llegar a ser ofensivas.
Origen de la frase buen provecho
Esta frase proviene de los moros. Durante la ocupación de España surgió durante esa época ya que los moros tenían la costumbre de eructar después de almorzar y cenar y respondían con “provecho” o “que aproveche”. Si bien los reyes católicos lograron desterrar a los moros, la costumbre de decir esta oración no pudo ser eliminada como una costumbre post almuerzo o cena.
Otra teoría indica que la frase buen provecho proviene de la Edad Media donde los campesinos no contaban con la cantidad de alimentos suficientes. Esta oración se utilizaba con el fin de valorar la comida y no era aceptable decírsela a alguien que perteneciera a la burguesía o a las clases altas.
Qué responder
La respuesta más utilizada ante esta frase es “gracias” o “muchas gracias igualmente”. Otra respuesta que se puede dar es “estuvo muy rico” o “gracias, lo disfruté mucho”.